Fragmento

La práctica de la Odontología clínica es una labor que requiere tanto de conocimiento sólido, estructurado y sistematizado, como de capacidades analíticas y manuales. El propósito es mejorar el cuidado clínico y la principal fuente es la investigación. Por desgracia, dada la naturaleza heurística de la práctica clínica, es común que los odontólogos ejerzan su quehacer basados sobre mitos, “experiencias personales” no comprobadas científicamente, y en conclusiones que se derivan de pruebas realizadas en animales o en estudios clínicos que hay sido diseñados de manera deficiente. Se estima que menos de 15% de los tratamientos poseen un fundamento científico. Ante la duda de si un odontólogo clínico experimentado puede estar equivocado cuando basa una decisión terapéutica sobre su experiencia de diez o 20 años en el área, se debe concluir que sí es posible. Se necesitaron miles de pacientes con infarto agudo del miocardio para llegar a la conclusión de que la trombólisis es efectiva para mejorar la supervivencia. Se necesitaron decenas de miles de pacientes con tratamiento de flúor tópico para confirmar una clara disminución en la presencia de caries dental en superficies lisas. Son pocos los médicos y los odontólogos que pudieran haber tenido contacto con tantos pacientes respectivamente, para hacer una declaración válida “en mi experiencia personal” y tratarlos de manera diferente de lo recomendado.

Palabras clave:

2010-11-29   |   1,147 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 4 Núm.38. Septiembre 2007 Pags. Odont Moder 2007; 4(38)