Algunos consejos para elegir un antimicrobiano

Autor: Carballo Junco José Antonio

Fragmento

Debido al sitio donde se localiza, la cavidad bucal está inevitablemente en contacto frecuente con múltiples microorganismos, algunos de los cuales pueden causar enfermedades infecciosas primarias o secundarias. Originadas por microbios que entran en contacto con el paciente a través de la propia cavidad y se multiplican sobre todo en esta localización, las primarias se extienden a otras zonas corporales con poca frecuencia; en tanto que las secundarias se producen por microorganismos que alcanzan la cavidad bucal como consecuencia de su multiplicación inicial en otras zonas anatómicas. Para una correcta elección de un antimicrobiano que permita un adecuado manejo de estas infecciones, se debe tener en cuenta una serie de consideraciones: 1. La mayoría de las enfermedades infecciosas relacionadas con la Odontología son de tipo polimicrobiano y mixtas; en muchas ocasiones esto dificulta el reconocimiento de los verdaderos patógenos. 2. La microbiota bucal es heterogénica, variable y abundante; esto plantea la dificultad técnica, desde el punto de vista microbiológico, de poder identificar todas y cada una de las bacterias de la cavidad. 3. Muchos procesos infecciosos bucales tienen peculiaridades especiales que se traducen en: a) Localizaciones muy diversas (tejidos duros y blandos, con o sin complicaciones secundarias), b) En ocasiones no es necesario un tratamiento con antimicrobianos, ya que puede ser suficiente con el empleo de un agente antiséptico. c) A veces, si el tratamiento con antimicrobianos no va acompañado de otra terapia adicional, por ejemplo drenaje quirúrgico de un absceso, cabe esperar el fracaso de la antimicrobioterapia. d) La necesidad de obtener muestras estériles (la patogenicidad bacteriana va ligada con productos extracelulares). e) Se deberá planear pautas de profilaxis en casos especiales.

Palabras clave:

2010-11-29   |   1,263 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.39. Octubre 2007 Pags. Odont Moder 2007; 4(39)