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Introducción El Control de Calidad en Microbiología Clínica comprende el monitoreo permanente de medios de cultivo, equipos, procedimientos y personal, como parte fundamental del óptimo funcionamiento de un laboratorio. Los hemocultivos constituyen una de las prioridades del Laboratorio de Microbiología Clínica para el diagnóstico y tratamiento de las bacteriemias. La obtención, procesamiento e incubación de hemocultivos y todos los procesos que incluyen: la identificación de los aislamientos, pruebas de susceptibilidad, y los resultados, son actividades dentro de las cuales, parámetros de control de calidad deben ser evaluados y monitorizados (1, 2, 7). El registro de los datos del diagnóstico microbiológico permite conocer la prevalencia de los distintos agentes patógenos causantes de procesos infecciosos; por lo cual, en los últimos diez años se han desarrollado diferentes sistemas de hemocultivos (radiométricos, espectrometría de infrarrojo y cambios de pH), con el fin de aumentar sensibilidad y rapidez en la detección del crecimiento bacteriano (3). El Bactec 9240 es un equipo que detecta el CO2 producido por el crecimiento de los microorganismos dentro de los frascos de cultivo. El control de calidad que debe establecerse en estos sistemas es la funcionalidad de los medios de cultivo, utilizando cepas control (ATCC) y el funcionamiento del instrumento, que incluye programas de mantenimiento (temperatura y R.C.C de las estaciones), calibración y verificación (4). Asimismo, como parámetros del aseguramiento de la calidad: % de contaminación, número de hemocultivos, volumen e inoculación de la muestra.

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2011-02-25   |   4,532 visitas   |   Evalua este artículo 1 valoraciones

Vol. 3 Núm.1. Enero-Marzo 2011 Pags. 15-17 PACAL MEDLAB 2011; 3(1)