¿Cuál crisis? Aunque usted no lo crea

Autor: Karchmer Krivitzky Samuel

Fragmento

Las mascotas no saben de crisis. Sus propietarios las cuidan y gastan en ellas como si fueran uno más de la familia. En las sociedades «desarrolladas» se palpa la tendencia a humanizar las mascotas en la vida familiar. Ayuda a ello la emulación de los famosos como el presidente Obama y su perro de agua portugués Bo; Gloria Stefan y su bulldog; Paris Hilton y sus chihuahuas, entre otros; el despertar de la conciencia ecológica, el envejecimiento, la soledad de la población entrada en años y la frialdad de las relaciones sociales en las grandes urbes; el resultado es que las industrias que se mueven en torno a estos pequeños animales, en su mayoría perros y gatos, no han notado la crisis ni presumiblemente la notarán. El dueño de una mascota ya no se conforma con adquirir el collar, correa, juguetes, útiles de aseo y su comida cotidiana. Ahora tiene a su alcance la compra de perfumes y ropa de diseño; volar en una compañía dedicada especialmente a los pequeños animales (Pet Airways) que une cuatro destinos en los Estados Unidos; proveerse de medicina para la depresión y la ansiedad; hacer partícipes a sus animales de psicoterapias o someterlos a todo tipo de cirugías: plásticas, contra el cáncer e implantes testiculares.

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2011-05-11   |   511 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.110. Noviembre-Diciembre 2010 Pags. 3-4 GINECO 2010; 17(110)