¿Qué hay en un color?

Los efectos únicos de la luz azul en la salud humana 

Autor: Holzman David C

Fragmento

En 1958, J. Woodland Hastings y Beatrice M. Sweeney probaron la habilidad de diferentes ondas de luz –que corresponden a colores diferentes– para cambiar el ritmo circadiano del dinoflagelado marino fotosintético Gonyaulax poliedra. El mayor poder para restaurar el reloj del organismo yace en los azules, con una brusca declinación en los verdes y un modesto incremento en los rojos. El trabajo científico de Hastings y Sweeney, publicado en el Biological Bulletin en diciembre de 1958, acumuló polvo por décadas. Nadie pensó que estos descubrimientos podrían tener alguna relevancia para los humanos, cuyos ritmos circadianos fueron en ese entonces creídos insensibles a la luz. Pero descubrimientos científicos de las últimas dos décadas cambiaron todo eso. La luz no sólo restaura el ritmo circadiano del ser humano, también la misma luz azul que causa el impacto más fuerte en los dinoflagelados tiene igual poder para reajustar nuestros relojes –aunque la mayoría de las ondas visibles pueden reajustar el reloj, las azules hacen el trabajo con mayor eficacia.

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2011-06-02   |   1,003 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.36. Abril-Junio 2010 Pags. 100-106 CyT 2010; 12(36)