Resumen

La hipertensión arterial sistémica de origen renovascular es la causa más frecuente de hipertensión secundaria; se produce como consecuencia de la estenosis de la arteria renal o alguna de sus ramas principales; en 90% de los casos se debe a ateroesclerosis y el resto a causas poco frecuentes como la arteritis de Takayasu y la displasia fibromuscular. La evolución natural de la estenosis de la arteria renal cursa con morbilidad y mortalidad considerables, por lo que se debe de sospechar como causa de hipertensión arterial sistémica, especialmente en pacientes de riesgo, ya que es una causa de hipertensión potencialmente tratable. Las indicaciones de revascularización incluyen estenosis mayores a 60%, asociadas a hipertensión arterial sistémica de difícil control, edema pulmonar súbito, insuficiencia cardiaca congestiva, crisis hipertensiva, deterioro de la función renal asociada a la ingesta de medicamentos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, falla renal crónica asociada a estenosis bilaterales y/o en presencia de riñón solitario. El tratamiento endovascular aún no ha probado científicamente su utilidad en casos de enfermedad ateroesclerosa; sin embargo, para los casos de displasia fibromuscular y vasculitis sistémica es el tratamiento de primera línea. Actualmente, los estudios clínicos no han demostrado que los resultados del tratamiento quirúrgico sean superiores al tratamiento médico, por lo que se encuentran en desarrollo estudios prospectivos aleatorios para una correcta evaluación de los resultados y poder realizar una adecuada toma de decisiones terapéuticas.

Palabras clave: Hipertensión renovascular.

2011-06-29   |   1,361 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 39 Núm.2. Abril-Junio 2011 Pags. 60-71 Rev Mex Angiol 2011; 39(2)