Resumen

Se presenta el caso de un hombre de 34 años con dislipidemia, quien desarrolló una miopatía inflamatoria asociada al uso de lovastatina. Siete meses después de iniciado el tratamiento el paciente presentó debilidad e hipotrofia muscular progresiva, dolor torácico y elevación sérica de los niveles de creatinquinasa total. El cuadro clínico revirtió en su totalidad después de suspender el tratamiento con lovastatina. Se revisa la literatura más reciente sobre estatinas y miopatía y se presenta su diagnóstico diferencial.

Palabras clave: Miopatía rabdomiolisis estatinas miotoxicidad creatinquinasa.

2011-11-01   |   440 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.1. Enero-Marzo 2005 Pags. 33-36 Rev. Colomb. Reumatol. 2005; 12(1)