Resumen

Antecedentes: La leptomeningitis piógena o meningitis bacteriana es una enfermedad infecciosa en la aracnoides y la piamadre ocasionada por bacterias, tiene distribución mundial y se manifiesta en los extremos de la vida, en personas de todos los niveles socioeconómicos y en el contexto de infecciones, principalmente del aparato respiratorio. Objetivos: Analizar en material de autopsias la leptomeningitis piógena, una enfermedad que a través de la historia ha tenido cambios importantes y determinar sus características epidemiológicas en México, sus manifestaciones clínicas, los auxiliares diagnósticos utilizados, el tiempo de evolución, las características histopatológicas y el manejo terapéutico durante la estancia hospitalaria. Materiales y métodos: Se revisaron los protocolos de autopsia efectuados en la Unidad de Patología del Hospital General de México, se seleccionaron los protocolos con diagnóstico de meningitis bacteriana, se excluyeron los protocolos con diagnóstico de enfermedades de origen viral, tuberculoso y micótico y se describieron los hallazgos histopatológicos recopilados. Resultados: En la Unidad de Patología del Hospital General de México se revisaron 3,346 protocolos de autopsia efectuados durante 16 años. Se encontraron 174 (5.2%) con diagnóstico de meningitis bacteriana. La mayoría de los casos ocurrieron en la quinta década de la vida (17.2%) y en recién nacidos (14.9%). En 117 casos (87.6%) se describió un foco infeccioso primario, que con más frecuencia (51.2%) se encontró en el aparato respiratorio; después (16.2%), en el aparato urinario, y luego (8.5%), en el oído. En 14 protocolos (9.1%) se encontró algún antecedente quirúrgico. Los factores predisponentes fueron diabetes mellitus tipo 2 (14.4%) y carcinomas (10.8%); de éstos, el más frecuente fue el carcinoma cervicouterino y en seguida fue el de colon, así como otros carcinomas en un número menor de casos. En orden descendente de frecuencia las manifestaciones clínicas fueron: crisis convulsivas tónico-clónicas en 47 casos, fiebre en 35, cefalalgia en 30, rigidez de nuca en 29, somnolencia en 29 y alteraciones del estado de alerta en 18. En sólo 38 protocolos (21.3%) se documentó el análisis de líquido cefalorraquídeo. En 24 casos (13.7%) se encontraron estos microorganismos: cocos grampositivos en nueve (37.5%), Pseudomonas sp. en cuatro (16.6%), bacilos gramnegativos en tres (12.5%), Enterobacter sp. en dos (8.3%), Streptococcus pneumoniae en dos (8.3%), Klebsiella sp. en dos (8.3%), Staphylococcus aureus más Escherichia coli en uno (4.1%) y Serratia marcescens en uno (4.1%). No se encontraron casos asociados con meningococo. En 148 casos pudo establecerse el tiempo de evolución: 118 (79.7%) tuvieron una evolución aguda, y 30, una evolución subaguda (20.2%). Conclusiones: En la mayoría de los casos se estableció adecuadamente el diagnóstico clínico; sin embargo, en pocos casos se registró el análisis de líquido cefalorraquídeo, que es considerado patrón de referencia para establecer el diagnóstico. Gracias al tratamiento con antibioticoterapia, la meningitis antigua con secuelas es cada vez más difícil de que se produzca.

Palabras clave: Meningitis bacteriana leptomeningitis piógena autopsia.

2011-12-13   |   4,781 visitas   |   3 valoraciones

Vol. 49 Núm.3. Julio-Septiembre 2011 Pags. 165-171 Patología 2011; 49(3)