Deficiencia de vitamina D e hiperparatiroidismo secundario en la tercera edad: consecuencias para la pérdida ósea y fracturas y las implicaciones terapéuticas

Autor: Lips Paul

Resumen

La deficiencia de vitamina D es común en los ancianos, especialmente en los que nunca salen de casa y en pacientes geriátricos. El establecimiento de criterios estrictos de diagnóstico se ve obstaculizado por las diferencias en los métodos de ensayo para la 25-hidroxivitamina D. La síntesis de la vitamina D3 en la piel bajo la influencia de la luz UV disminuye con la edad debido a la exposición solar insuficiente, y a una disminución de la capacidad funcional de la piel. La dieta contiene una pequeña parte de los requerimientos de vitamina D. La deficiencia de vitamina D en los ancianos es menos común en los Estados Unidos de América (EUA) que en otros lugares debido a la fortificación de la leche y el uso de suplementos. La deficiencia en vitamina D causa hiperparatiroidismo secundario, un alto recambio óseo, pérdida de masa ósea, defectos en la mineralización, y fracturas de cadera y otros tipos. Consecuencias menos probables son la miopatía y las caídas. Una dieta baja en calcio puede causar un mayor volumen de metabolitos de la vitamina D y agravará aún más la deficiencia de vitamina D. La prevención es factible por la exposición a la luz UV, la fortificación de alimentos y suplementos. El suplemento de vitamina D3 provoca una disminución de la concentración de suero PTH, una disminución del recambio óseo, y un aumento de la densidad mineral ósea. La vitamina D3 y calcio pueden disminuir la incidencia de la cadera y otras fracturas periféricas en asilos de ancianos. La vitamina D3 se recomienda para que aquellos que acostumbra salir de casa en edad avanzada, y puede ser costo-efectivas en la prevención de fractura de cadera en los grupos de riesgo seleccionados.

Palabras clave: Vitamina D 25-hidroxivitamina D suero PTH.

2012-02-01   |   2,722 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 10 Núm.1. Enero-Febrero 2012 Pags. 31-57 Rev Metab Óseo y Min 2012; 10(1)