Autopsia del cadáver del excelentísimo señor Libertador General Simón Bolívar

Autor: Reverend Alejandro Próspero

Fragmento

El 17 de Diciembre de 1830, a las cuatro de la tarde, en presencia de los señores generales beneméritos Mariano Montilla y José Laurencio Silva, habiéndose hecho la inspección del cadáver en una de las salas de habitación de San Pedro, en donde falleció S.E. el General Bolívar, ofreció las características siguientes: 1º HABITUD DEL CUERPO.- Cadáver a los dos tercios de marasmo, descolorimiento universal, tumefacción en la región del sacro, músculos muy poco descoloridos, consistencia natural. 2º CABEZA.- Los vasos de la arachnoides en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas por una materia parduzca de consistencia y transparencia gelatinosa, un poco de serosidad semiroja bajo la dura-máter; el resto del cerebro y cerebelo no ofrecieron en su substancia ningún signo patológico. 3º PECHO.- De los dos lados posterior y superior estaban adheridas las pleuras pulmonares a las pleuras costales por producciones semimembranosas; endurecimiento en los dos tercios superiores de cada pulmón; el derecho casi desorganizado presentó un manantial abierto de color de las heces del vino, jaspeado de algunos tubérculos de diferentes tamaños, no muy blandos; el izquierdo, aunque menos desorganizado, ofreció la misma afección tuberculosa, y dividiéndolo con el escalpelo se descubrió una concreción calcárea irregularmente angulosa de tamaño de una pequeña avellana. Abierto el resto de los pulmones con el instrumento, derramó un moco pardusco que por la presión se hizo espumoso. El corazón no ofreció nada particular, aunque bañado de un líquido ligeramente verdoso, contenido en el pericardio. 4º ABDOMEN.- El estómago, dilatado por un licor amarillento de que estaban fuertemente impregnadas sus paredes, no presentó sin embargo ninguna lesión ni flogosis; los intestinos delgados estaban ligeramente meteorizados; la vejiga enteramente vacía y pegada bajo el pubis, no ofreció ningún carácter patológico. El hígado de un volumen considerable, estaba un poco escoriado en su superficie convexa; la vejiga de hiel muy extendida; las glándulas mesentéricas obstruidas; el bazo y los riñones en buen estado. Las vísceras del abdomen en general no sufrían lesiones graves.

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2012-04-02   |   309 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 24 Núm.5. Junio 2004 Pags. 11-12 Biomédica 2004; 24(Supl. 1)