Un daiquirí y un mojito para un Nobel en La Habana

Autor: Carballo Junco José Antonio

Fragmento

Hace cincuenta años el mundo perdió un excéntrico estilo de vida y fecunda creatividad y a uno de sus más grandes escritores. Ernest MiIler Hemingway, premio Pulitzer en 1953 y Nobel de Literatura en 1954, nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Illinois. Apenas entrando a la juventud trabajó como reportero del Kansas City Star, pero a los pocos meses se alistó primero como voluntario para conducir ambulancias en la Italia de la Primera Guerra Mundial siendo más tarde transferido al Ejército italiano hasta resultar herido de gravedad. No sólo participó en este conflicto, sino que estuvo presente en la Guerra Civil española y en la Segunda Guerra Mundial pero en ambas ocasiones como corresponsal de guerra para el periódico canadiense Toronto Star. Durante sus años por Europa, compartió tertulia e ideas con James Joyce, Pablo Picasso y F. Scout Fitzgerald, siendo los escritores exiliados Ezra Pound y Gertrude Stein los que le animaron a escribir obras literarias. Al término de su etapa bélica, se estableció, después de varias visitas, en la isla de Cuba, y fue en este paisaje tropical, con su clima y actividad deportiva, donde Hemingway se “llenaba de jugos y de energía creativa”. En su artículo “Agujas lejos del Morro” publicado en 1933 en la revista Esquire, plasmó su descubrimiento y veneración por el sabor del aguacate, la piña y eI mango mientras disfrutaba su pasión, la pesca, principalmente la del pez aguja, y todo lo que se relacionaba a la vida en el mar. De hecho, su obra El viejo y el mar publicada en 1952, con la cual obtuvo el premio Pulitzer, está basada sobre las experiencias que tuvo al enfrentarse al mar y a los momentos vividos en esta etapa de su vida. En su discurso al momento de la premiación dijo: “Éste es un premio que pertenece a Cuba porque mi obra fue pensada y creada en Cuba, con mi gente de Cojimar de donde soy ciudadano. A través de las traducciones está presente esta patria adoptiva donde tengo mis libros y mi casa”.

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2012-06-04   |   573 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.83. Junio 2011 Pags. 20-21 Odont Moder 2011; 8(83)