Prevalencia de hipotiroidismo congénito en Sinaloa dentro del Programa de Tamiz Neonatal

Autores: Dautt Leyva José Guadalupe, Alejo Armenta Luis Nabor, García Gastélum M

Resumen

Objetivo: Determinar la prevalencia del hipotiroidismo congénito en recién nacidos (RN) en Sinaloa. Material y métodos: Estudio transversal, se cuantificó la hormona estimulante de la tiroides en 25, 227 muestras de cordón umbilical o talón, recolectadas en papel filtro, de enero a diciembre de 2006. Los puntos de corte de TSH de 9 a 10.9 mUI/mL y =/> de 11 mUI/mL fueron indeterminadas y sospechosas en muestras de talón; de 13.5 a 16.4 mUI/mL y =/>r de 16.5 mUI/mL fueron indeterminadas y sospechosas en muestras de cordón umbilical. Dichas muestras fueron notificadas para realizar perfil tiroideo, si resultaron positivos confirmaron al hipotiroidismo congénito, registrándose datos clínicos para su valoración y tratamiento. Se utilizó estadística descriptiva. Resultados: La prevalencia encontrada fue 1 en 1,146 RN (8.276:10,000 RN), predominando el género femenino (59.01%). En 73 sospechosos (33%) no se realizó perfil tiroideo por no localización o migración. Tasa de falla en cobertura de 28.93: 10, 000. De los RN 11.13% presentaron sobrepeso. Conclusiones: Se confirma que la prevalencia de este padecimiento en Sinaloa está por arriba de la media nacional en más del doble con respecto al registro del año 2004. La determinación de la prevalencia de hipotiroidismo congénito en Sinaloa comprobó la efectividad de la organización sectorial en salud para el tamiz neonatal y la validez de técnicas de TSH para los dos tipos de muestra. Los niños no localizados conforman la tercera parte de casos sospechosos, por lo que deberán establecerse estrategias de intervención para localizar y atender en etapa temprana a los niños con hipotiroidismo.

Palabras clave: Hipotiroidismo congénito tamiz neonatal defectos al nacimiento retraso mental prevención Sinaloa.

2012-06-29   |   1,115 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.1. Enero-Marzo 2012 Pags. 15-19 Arch Salud Sin 2012; 6(1)