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La atención odontológica a pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana y con el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida), según los niveles de atención y el grado de complejidad, tiene carácter obligatorio. A menudo los profesionales en odontología no brindan una adecuada atención a estos pacientes, bien sea por la escasa información obtenida sobre este tema, o bien por las dificultades en la relación médico-paciente. Esto se ha evidenciado en diferentes estudios en porcentajes del 62 al 65%. La percepción de la vulnerabilidad se diluye porque muchas personas consideran el VIH como un problema ajeno o de otros. Este virus se trasmite principalmente a través de la sangre y se encuentra en personas infectadas y sin manifestaciones clínicas aparentes. Esto, si no se toman las medidas adecuadas de protección, representa un riesgo para el profesional. El riesgo de infección como consecuencia de un pinchazo entre el odontólogo, personal auxiliar y los pacientes es de 0.04%; sin embargo, muestra una proporción muy baja de seroconversión (1.7%), a diferencia de la hepatitis B, cuyo porcentaje varía entre 30 y 60%. Cabe apuntar que muchos autores han evidenciado desconocimiento de la normatividad sobre VIH/sida en gran número del personal de la salud (70 y 72%), y que a este tipo de pacientes se los debe atender de acuerdo con un protocolo de atención odontológica. Un protocolo lo podemos definir como el conjunto de normas y disposiciones legales vigentes que junto con los usos, costumbres y tradiciones, rige la celebración de los actos oficiales, y en muchos otros casos, de actos de carácter privado, cuyo objetivo es cubrir todas las necesidades que requiere el conjunto de actividades que deben ser realizadas. En términos de bioseguridad, se trata de la adopción de un comportamiento preventivo (actitudes y conductas) por parte del personal que trabaja en una institución que presta los servicios de salud, con el propósito de disminuir el riesgo de adquirir infecciones en el medio laboral. Las normas y precauciones han sido establecidas por diferentes instituciones tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la Administración para la Seguridad y la Salud Ocupacional (OSHA) de los Estados Unidos, la Asociación Dental Americana (ADA), así como las entidades sanitarias que velan por la salud en cada país en particular.

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2012-08-27   |   6,600 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.91. Febrero 2012 Pags. 14-15 Odont Moder 2012; 8(91)