El dolor del área cervicofacial es algo frecuente y presenta ciertas características especiales debido a algunas peculiaridades de la región anatómica en sí. La inervación sensitiva procede del V par craneal, trigémino, del VII par, facial, el IX par o glosofaríngeo (orofaringe, paladar blando, epiglotis, fauces y amígdalas y pared faríngea hasta su unión con el esófago, tercio posterior de la lengua, oído medio), el X par o vago (cara inferior de la epiglotis, laringe, conducto auditivo externo) y el plexo cervical (C1-C4) superficial y profundo 8 (piel cervical y parte del cuero cabelludo. Su inervación simpática, que es muy importante por su participación en los fenómenos de vasodilatación-vasoconstricción asociados con el dolor, procede del ganglio estrellado para toda la cabeza. En el caso del nervio trigémino, el componente sensitivo emerge del tronco cerebral en la protuberancia y se dirige hasta el ganglio de Gasser, del cual salen las tres divisiones del trigémino: el nervio oftálmico, el más craneal de los tres, el nervio maxilar y el nervio mandibular. El origen de la mayoría de los dolores orofaciales son los dientes. Las ramas terminales de los nervios maxilar (alveolares anterior, medio y posterior, palatino posterior y nasopalatino) y mandibular (nervios bucal largo o buccinador, lingual, dentario inferior y mentoniano) penetran en los dientes a través del foramen apical de cada raíz y viajan hacia la corona dental dividiéndose en pequeñas ramificaciones, llegando parte de ellas hasta la dentina. El dolor bucodental, desde el punto de vista etiológico, es múltiple. Puede deberse a problemas pulpares, infecciones, enfermedad periodontal, celulitis, trauma dental y maxilofacial severos, cáncer, etc. De esta forma puede tratarse de un dolor leve, moderado o severo. Por lo general los dolores leves y moderados se tratan con analgésicos no narcóticos, vía oral cada cuatro a seis horas, controlándolos de manera adecuada. Si se trata de dolores severos, entonces se presenta un verdadero problema para el cirujano dentista. Es por eso que los científicos e investigadores recurrieron a uno de los principios básicos de la farmacología: el sinergismo, que postula que éste se consigue cuando se combinan dos fármacos para potencializar un efecto. En razón de esto, al emplear juntos ketorolaco con tramadol, se potencializa el efecto analgésico y se consigue tratar y controlar el dolor severo. Revisaremos por esta razón las características de cada medicamento por separado.
2012-08-27 | 774,897 visitas | 37 valoraciones
Vol. 8 Núm.94. Mayo 2012 Pags. 8 Odont Moder 2012; 8(94)