Teniendo en cuenta los recientes y desafortunados acontecimientos acaecidos en el Programa de Medicina de la Universidad de Manizales cabe una reflexión sobre lo que debería ser un Programa de Medicina enmarcado en los albores de la 2° década del Siglo XXI. En primer lugar debería tener un modelo pedagógico moderno, que incorpore las últimas tendencias enunciadas por la pedagogía contemporánea, y que excluye totalmente la clase magistral, por considerarla la peor forma de enseñanza concebible. Además con un modelo evaluativo objetivo, que excluiría los notas apreciativas con peso del 50% sobre la nota final de una asignatura, y exámenes orales del 40%, a no ser que fueran efectuados sobre pacientes. Y que además excluya el principio pedagógico típico de mediados del Siglo XX, que expresa que “la letra con sangre entra”. La única calificación posible para un modelo pedagógico con las características anteriores, basado en clase magistral y con un método evaluativo subjetivo (que deja la nota final del estudiante completamente en manos del docente), sería la de “Medieval”. Además este tipo de modelo pedagógico, que mantiene a los estudiantes “estresaditos”, por la angustia que produce en ellos, genera un significativo consumo de sustancias para mejorar rendimiento académico, como lo evideciaron Barón y col.
2012-09-04 | 669 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 12 Núm.1. Enero-Junio 2012 Pags. 7-8 Arch Med Manizales 2012; 12(1)