Incidencia de enterocolitis necrosante en niños prematuros alimentados precozmente

Autores: Pérez Vera Luis Alfonso, Pradilla Germán Lauro, Díaz Gaby, Bayter Marín Jorge Enrique

Resumen

Introducción: La enterocolitis necrosante es una catástrofe multifactorial de los recién nacidos, generada por vasoconstricción visceral. Se discute el papel que juega el momento, tipo y velocidad de los incrementos de la vía oral en la patogenia de la entidad. Objetivo: Comparar la incidencia de enterocolitis necrosante y la mortalidad entre prematuros en quienes se inició alimentación entérica a las 48 horas de vida extrauterina, frente a otros en quienes se empezó al quinto día de vida. Materiales y métodos: Se llevó a cabo un ensayo clínico controlado de 239 neonatos de 750 a 1.500 gramos de peso y de 27 a 32 semanas de edad de gestación, asignados al azar, 135 a alimentación temprana y 104 a alimentación tardía con leche materna o fórmula láctea para prematuros. Se inició con un mililitro cada seis horas, para progresar en intervalos de tres horas y un incremento diario de hasta 20 ml/kg hasta llegar a 150 ml/kg al día, siempre y cuando no se observaran signos o síntomas de intolerancia a la vía oral. Resultados: Se presentaron 14 casos de enterocolitis necrosante en el grupo de alimentación temprana (10,4%) y nueve (8,7%) en el de alimentación tardía (RR=1,22; IC95% 0,49-3,20; p=0,652). Cinco (3,7%) niños fallecieron en el grupo de alimentación temprana (IC95% 1,4-8,9) y ocho (7,7%), en el de alimentación tardía (IC95% 3,6-15,0), sin que estas diferencias fueran significativas (RR=0,46; IC95% 0,12-1,60; p=0,182). Conclusión: El iniciar en forma temprana la alimentación entérica en neonatos prematuros no aumenta el riesgo de enterocolitis necrosante ni el de mortalidad y sí representa grandes ventajas para estos pacientes.

Palabras clave: Enterocolitis necrosante alimentación entérica leche humana recién nacido.

2012-10-30   |   639 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 31 Núm.4. Octubre-Diciembre 2011 Pags. 485-491 Biomédica 2011; 31(4)