Ketorolaco-trometamina:

analgésico potente 

Autor: Reyes Velázquez Joel Omar

Fragmento

Como se sabe, una de las prioridades al mezclar o unir dos o más medicamentos es potenciar su efecto, a lo que se llama sinergismo. En odontología son muchas las enfermedades o los procedimientos que pueden ocasionar dolor severo. Puede tratarse de una fractura dental que interese a la pulpa, de fracturas de los huesos de la cara, cáncer, infecciones severas de origen dental, después de la manipulación endodóntica o de procedimientos quirúrgicos como apicectomías, extracciones múltiples y regularización de proceso, extracciones de los terceros molares, preparación del paciente para cirugía ortognática a través de la colocación de los arcos de Erich, etc. El dolor dental de cualquier tipo de los arriba mencionados, puede ser tan severo que quizás ningún analgésico lo pueda controlar, consiguiéndose sólo la desesperación del paciente y de sus familiares al ver que además de no desaparecer, va aumentando de manera progresiva. Esto hizo que los investigadores realizaran estudios sobre qué medicamentos se podrían combinar para aumentar su potencia analgésica, llegando a reportar que la combinación de ketorolaco + trometamina resultaba ideal para estos fines y otros más. Se le considera a esta combinación como un analgésico antiinflamatorio no esteroideo (AINE) perteneciente a la familia del grupo pirrólico, en donde sus propiedades de esta combinación se inclinan mayormente al efecto analgésico teniendo además una modesta acción antiinflamatoria y antipirética. Su potencia analgésica es comparable a la observada con los opiáceos, tales como la morfina y la meperidina o petidina, pero sin los efectos colaterales molestos propios de estos fármacos. Generalmente se presenta para administración endovenosa, intramuscular y oral. La presentación oral y la intramuscular tienen una farmacocinética similar. Luego de su administración su absorción es rápida y completa (80 a 100%). La ingesta de alimentos disminuye su velocidad de absorción, pero no la cantidad absorbida. Las concentraciones plasmáticas pico se alcanzan a los 30-60 minutos, se unen a proteínas plasmáticas en 99% y poseen una vida media de eliminación de cinco horas, con un rango de cuatro a seis horas en adultos jóvenes y de seis a siete horas en ancianos; en pacientes con insuficiencia renal puede prolongarse hasta nueve a 10 horas; en pacientes con daño hepático no se observan variaciones importantes. A nivel hepático se metabolizan mediante la conjugación con el ácido glucurónico, generando metabolitos inactivos. Más del 96% del fármaco circulante en el plasma está en forma de ketorolaco, y el resto de sus metabolitos. El ketorolaco y sus metabolitos se eliminan por orina (92%) y 60% del fármaco es recolectado de la misma sin cambios. El resto se elimina por heces. Penetra pobremente el SNC, puede atravesar la barrera placentaria y se han detectado escasas cantidades en la leche materna.

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2012-12-06   |   4,747 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.98. Septiembre 2012 Pags. 12-13 Odont Moder 2012; 9(98)