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Autor: Espinoza González Ricardo

Fragmento

Revisión Sistemática y Meta-análisis sobre los criterios de screening de trauma cerebrovascular cerrado El trauma cerebrovascular cerrado (TCVC) puede ocurrir por un trauma sobre la cabeza, cara o cuello, como también por desaceleración tóracoabdominal que provoca una brusca hiperextensión o hiperflexión de la columna cervical. Puede afectar las arterias carótidas o vertebrales y ocasionar un accidente cerebrovascular que puede estar oscurecido por una lesión traumática del mismo cerebro, cara o columna cervical. El TCVC se asocia a eventos neurológicos isquémicos graves; más, desde los años 90, la anticoagulación ha demostrado una mejor evolución neurológica de los pacientes con un accidente vascular asociado a un TCVC. Existe un período silente de entre 10 a 72 h en el cual el diagnóstico de TCVC da la oportunidad de iniciar el referido tratamiento antes de que ocurra el déficit neurológico. Por tanto, se han desarrollado diferentes protocolos de screening para seleccionar aquellos pacientes que requieren el estudio imaginológico necesario para descartar un TCVC. Los protocolos más utilizados son los de Miller de la U. de Tennessee y el de Biffl de la U. de Colorado, que utilizan una angiografía por sustracción digital de 4 vasos o una angiografía por Tomografía Computada. Sin embargo, en general los protocolos no están estandarizados y dependen de los recursos locales, tecnología disponible y guías institucionales. A pesar de los beneficios de un tamizaje masivo, entre el 20% y el 22% de los pacientes no cumple con los criterios clásicos para aplicar el screening.

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2013-05-28   |   1,523 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 65 Núm.3. Junio 2013 Pags. 285-286 Rev Chil Cir 2013; 65(3)