La comunicación entre los seres humanos es necesaria. En el ámbito de la ciencias y con mayor razón en el campo de la medicina, el intercambio de conocimientos, destrezas, experiencias buenas y malas, es necesario para perfeccionar nuestro quehacer diario como médicos. Sólo imaginemos que el escrito y la comunicación científica súbitamente dejaran de existir; dejaríamos de recibir revistas, no existirían los congresos, los centros de convenciones se convertirían en lugares tristes, desiertos y abandonados, y propios para filmar películas con temas apocalípticos. Los editores se suicidarían o mínimo se volverían adictos al Prozac. Lo más terrible sería que la ciencia se detendría, los pacientes y sus médicos pagarían el precio.
2013-07-10 | 454 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.1. Enero-Marzo 2010 Pags. 3 Rev Hematol 2010; 11(1)