Permitir morir en forma natural:

la actitud detrás de un término 

Autores: Garduño Espinosa Armando, Cervantes Blanco Jorge Mauricio

Fragmento

Salvar la vida puede lograrse y ha sido el objetivo del quehacer médico a lo largo de la historia. Las herramientas científicas y tecnológicas han permitido lograrlo en gran número de pacientes; desgraciadamente, al mismo tiempo nos ha sido cada vez más difícil enfrentar la muerte como el momento último, ineluctable de la vida. La ventilación mecánica, la terapia transfusional y el uso de múltiples nuevos fármacos han permitido salvar y prolongar la vida de muchos pacientes quienes de otra manera no lo hubieran logrado. Actualmente el paro cardiorrespiratorio no siempre es sinónimo de muerte gracias a las maniobras y técnicas de reanimación cardiopulmonar, cuyo objetivo es devolver y mantener la función cardíaca y pulmonar cuando han cesado, a fin de mantener un adecuado flujo sanguíneo cerebral. Desafortunadamente, a pesar de la constante mejora de la técnica, son muchas las variables que influyen en que esto se logre, lo cual ocasiona frecuentemente y de manera indeseable, isquemia en los órganos del cuerpo, sobre todo gran daño al sistema nervioso central. La discapacidad resultante puede ser catastrófica; muchos enfermos sobrevivirán con graves secuelas como el estado vegetativo persistente.

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2013-07-17   |   754 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 34 Núm.3. Mayo-Junio 2013 Pags. 119-121 Acta Pediatr Méx 2013; 34(3)