Un nuevo aparato de ultrasonido, utilizado en conjunto con imágenes de resonancia magnética (IRM), permite a los neurocirujanos quemar con precisión pequeños trozos de tejido cerebral disfuncional sin tener que cortar la piel o abrir el cráneo. Un estudio preliminar, llevado a cabo en Suiza e integrado por nueve pacientes con dolor crónico, muestra que la tecnología se puede utilizar de forma segura en humanos. Ahora, el objetivo de los investigadores es probarlo en pacientes con tipo de enfermedades, como el Parkinson.
2013-08-05 | 406 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.7. Febrero 2011 Pags. 39-40 Rev Mex Ultra 2011; 1(7)
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