Lesiones en la mucosa bucal por fijación interdentomaxilar

Autor: Vázquez Alejandro

Fragmento

Es muy frecuente que algunos huesos de la cara se fracturen por múltiples causas: violencia física, deportes extremos, asaltos, peleas callejeras, bulling, pérdida del conocimiento o desmayos, convulsiones, accidentes automovilísticos, violencia intrafamiliar, etc. Este tipo de fracturas corresponden entonces a la traumatología maxilofacial. Existe otro tipo, realizadas por el cirujano y que por lo tanto se denominan quirúrgicas. Sirven para reposicionar aquellos huesos faciales que se desarrollaron mucho o poco, haciendo que el paciente tenga una función defectuosa además de una cara poco estética, tal y como sucede con problemas como: prognatismo y retrognatismo mandibulares, promaxilismo, mordida abierta anterior, mordida cruzada posterior, hipoplasia del tercio medio facial, hipertelorismo, etc. Este tipo de fracturas involucra por lo general dientes y oclusión dental de manera que su tratamiento estará supeditado a reposicionar los huesos fracturados, devolverle la mordida u oclusión dental al paciente y mantener inmóviles a dichos fragmentos óseos. Sin embargo, en la cara no se puede colocar yeso para inmovilizar y esto se logra a través de la fijación interdentomaxilar. Anteriormente, hablamos de hace varias décadas, este era el tratamiento de elección por lo que el paciente permanecía con la boca cerrada y los aparatos de fijación por un término de ocho a doce semanas, hasta que la fractura consolidaba, ocasionando una gran cantidad de problemas como pérdida de peso, gingivitis, mal aliento, acumulación excesiva de placa dentobacteriana, estrés, depresión, etc. Posteriormente aparece la fijación rígida a base de miniplacas y tornillos de titanio con lo que se disminuye el tiempo de uso de la fijación por una o dos semanas. Se debe recalcar que se sigue utilizando dicho procedimiento para mantener inmóviles los segmentos de hueso fracturados y así poder colocar las placas de titanio.

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2013-09-13   |   1,410 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.109. Agosto 2013 Pags. 5 Odont Moder 2013; 9(109)