Autor: Nolasco Herrera Hilda
El trabajo que desarrolla el cirujano dentista definitivamente no puede realizarse sin la ayuda de un asistente dental. Sería muy difícil que el primero prepare la amalgama, exprima, seque el campo operatorio, separe los tejidos blandos de la boca del paciente, cargue el portamalgamas, lo lleve a la cavidad dental, lo descargue, condense la amalgama, le dé anatomía, retire los puntos altos, reciba al paciente, etc. En el pasado se podía hacer porque no había muchos materiales dentales ni se hablaba de la importancia de realizar los tratamientos en un campo aislado; o sea, no existía mucha exigencia para que el dentista llevara a cabo su trabajo con calidad y tampoco las autoridades o los pacientes pedían un trabajo dental de calidad; se debe recordar que durante muchos años los procedimientos odontológicos se resumían en sacar y tapar dientes. Por esta razón, poco a poco, va apareciendo la figura del asistente dental dentro del equipo de un consultorio odontológico. Esto se agrava cuando hablamos de cirugía bucal o maxilofacial, en las que ya no sólo es un ayudante el que asiste al dentista sino dos o tres dependiendo del caso a tratar.
2013-11-19 | 12,700 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 10 Núm.112. Noviembre 2013 Pags. 16-19 Odont Moder 2013; 10(112)