Comentarios a los planteamientos de la nueva presidenta de la Asociación

Autor: Gómez Restrepo Carlos I

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En octubre, dentro del marco del Congreso de Psiquiatría, en la ciudad de Cali, se eligió la nueva Junta Directiva de la Asociación, a cargo de Olga Albornoz, médica psiquiatra y especialista en psiquiatría de niños y adolescentes. Durante su discurso de posesión como nueva presidenta, la doctora Albornoz expuso algunos de los planes que llevará a cabo durante su mandato. Dentro de estos se encuentran los aspectos de la docencia universitaria, aquellos relacionados con la infancia, los convenios de cooperación con otras entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la inclusión de la esquizofrenia como una enfermedad mental de alto costo y las posibilidades de aportar en la reglamentación de la Ley 100. Sobre la docencia universitaria, la Junta Directiva tendrá que acelerar la recertificación de los psiquiatras en Colombia, liderada por la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), y los mecanismos básicos para efectuarla. Para ello, será indispensable la participación cercana de todos los posgrados de psiquiatría que existen en Colombia, con el fin de procurar que durante 2004 se inicie este proceso de implementación, en el cual las reglamentaciones surgen de la Asociación y no se imponen desde afuera. Acerca de los temas relacionados con la infancia, la presidenta de la Asociación mencionó la importancia del desarrollo de políticas de prevención y promoción en la infancia, y, en especial, la detección temprana de algunas entidades propias de este grupo. Este punto parece tener relevancia desde hace algunos años en muchos países, y es así como en Estados Unidos, hace tres años, se tomó como bandera en la política de salud el área de la salud mental en los niños y adolescentes. Este campo es de vital importancia no sólo por las repercusiones que a largo plazo tiene sobre un país una alta incidencia y prevalencia de trastornos mentales en esta franja de población, sino por las enormes necesidades que genera una adecuada atención de los infantes y adolescentes en Colombia. Esperamos que la Asociación presente planes concretos a este respecto, que, pensamos, serán respaldados sin mayores condicionamientos por el gremio. Respecto a los convenios de cooperación con el ICBF, fue clara, en la presentación durante el Congreso, por parte de la doctora Beatriz Londoño Soto, la invitación que se nos hace a participar de manera conjunta en muchas de las actividades desarrolladas por el Instituto. Como dice la citada doctora, “en el recorrido de este año largo al frente del Instituto, albergo muchos aprendizajes: el principal y tal vez más importante: no podemos solos. Necesitamos de su conocimiento, de la aplicación resultante de la investigación, de la crítica oportuna y franca; en otras palabras, de la construcción colectiva”. Como es claro en esta frase, se nos invita a participar activamente en muchas de las actividades para las cuales hemos sido capacitados, y, por lo tanto, tenemos mucho que aportar. Esperamos que la Junta Directiva logre establecer convenios beneficiosos para toda la Asociación y que esta experiencia sirva para instaurar otros acercamientos con instituciones que se ocupan de los derechos de los enfermos mentales, como la Defensoría del Pueblo. Sobre la inclusión de la esquizofrenia como enfermedad mental de alto costo, ya desde hace algunos años se ha pretendido esto; no obstante, no se ha logrado. Dicha inclusión deberá partir de un estudio detallado sobre el tema, así como de las actividades y reuniones necesarias para lograr este objetivo. Por esa razón, se necesitará un plan de trabajo que conste de investigación sobre el estado de este proyecto, requerimientos para elaborarlo y un plan de ejecución. Para la reglamentación de la Ley 100, de la cual hemos sido excluidos en muchas ocasiones, se propone que la Asociación lidere grupos de estudio con los expertos en este tema, para presentar ante el gobierno un estudio detallado sobre el tema, en el cual los psiquiatras tengamos una participación más activa, que defienda nuestro gremio y el bienestar de los enfermos mentales. Por último, en nombre de la Revista Colombiana de Psiquiatría (RCP), le deseamos a la nueva Junta Directiva los mayores éxitos, que logre todos sus cometidos y que los planes que se propongan tengan continuidad. Desde la Revista estaremos prestos a colaborarles y apoyarlos en el desarrollo de sus planes.

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2004-09-01   |   817 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.4. Octubre-Diciembre 2003 Pags. Rev Col Psiqui 2003; XXXII(4)