El futuro en el tratamiento de la enfermedad vascular cerebral

Autor: Mateos Gómez José Humberto

Fragmento

El sistema circulatorio humano es en realidad un sistema hidráulico como un gran río con muchos kilómetros de longitud y como tal su funcionamiento parece muy simple en apariencia, pero tiene grandes variaciones y distintas maneras de actuar. Así sabemos que, el caudal de un río depende de la cantidad de lluvia que cae en las montañas, si es muy intenso produce que este salga de su cauce y arrace poblaciones ribereñas, así como si el corazón late a mayor presión la sangre rompe sus contenedores, las arterias e inunda el tejido vecino produciéndose los infartos hemorrágicos. Por otra parte, si el caudal baja y se forman depósitos en las riveras grandes cantidades de tierra quedan sin agua y mueren las plantas que allí viven, es decir se infartan. Esta situación en la hidráulica a progresado notablemente y se han estudiado los remolinos que se forman en contra corriente, su efecto destructor en la paredes del río y en las paredes de los vasos, así como desde hace varios siglos los grandes ríos de Europa como el Rhin o el Sena fueron modificados en sus riveras construyéndose paredes de piedra para impedir su desbordamiento se han inventado los stents para reforzar las paredes vasculares e impedir los infartos hemorrágicos, después de que el uso de los puentes circulatorios venosos no se han encontrado del todo satisfactorio, pues tienden a ocluirse, se han buscado estas otras maneras de normalizar el flujo sanguíneo.

Palabras clave:

2006-08-25   |   1,304 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.2. Abril-Junio 2006 Pags. 65-67 Arch Neurocien Mex 2006; 11(2)