Autor: López Espinosa José Antonio
Las fuentes de información histórica son un rico manantial de conocimientos, ya que con el tiempo se van convirtiendo en monumentos que hacen perpetuar de generación en generación la memoria de los hombres y de los hechos que, de una u otra manera, han tenido que ver con el desarrollo cultural y científico de una nación. El objetivo de este trabajo es, justamente, hacer una modesta contribución a la historia de las revistas médicas cubanas, tratando en este caso de poner a la disposición de los interesados en el tema una fuente de información, con la que a la vez se trata de rendir tributo a lo que, sin duda, constituyó el 1ro. de noviembre de 1840 un acontecimiento relevante: la puesta en circulación de la primera revista médica publicada en Cuba. Mucho antes de que gracias a la invención de la imprenta se pudieran originar manuscritos transmitidos a la posteridad, en la antigua Roma se producía un pequeño boletín de noticias, del que se dice fue el progenitor de la publicación periódica moderna, tal como la que se fundó en Amberes en 1605. Cuando en 1603 se fundó la Academia dei Lincei, en 1657 la Academia Florentina de Experimentos, en 1662 la famosa Royal Society de Londres y en 1665 la Academia Francesa de Ciencias, cada una de estas organizaciones comenzó a publicar sus actas en revistas propias al poco tiempo de creadas. Sin embargo, la aparición de la primera revista científica, la Journal des Scavans, se produjo realmente en 1665; y la de la primera revista puramente médica, la Nouvelles Découvertes, en 1679, ambas en París, editadas por Nicolás de Blegny. Ya en el siglo XVIII existían 55 revistas médicas alemanas, 4 inglesas, 3 francesas, una estadounidense y otra escocesa.
2007-04-24 | 1,038 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 15 Núm.4. Abril 2007 Pags. Acimed 2007; 15(4)