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Introducción El impacto que la enfermedad vascular cerebral (EVC) tiene sobre la mortalidad y morbilidad en países en vías de desarrollo como en los desarrollados es alarmante. En Estados Unidos, por ejemplo, la EVC constituye la tercera causa de muerte, es la principal causa de discapacidad entre los adultos, representa la segunda causa de demencia y es el principal motivo de hospitalización. Estas cifras serían de relativa poca importancia si existieran a la fecha los fármacos e infraestructura pre e intrahospitalaria para la efectiva atención de la EVC en fase aguda. Ante tal ausencia, lo recomendable es que la EVC no ocurra. Para lograr este objetivo se han desarrollado una serie de medidas dirigidas al paciente y familiares para evitar o disminuir el riesgo de EVC, es decir, se ha hecho énfasis en la prevención primaria, siendo los estilos de vida una propuesta importante. Los estilos de vida son patrones de conducta que han sido elegidos por las personas de entre todas las alternativas disponibles, de acuerdo con circunstancias socioeconómicas y transculturales. Los estilos de vida incluyen preferencias relacionadas con la alimentación, actividad física, ingesta de alcohol, consumo de tabaco u otras drogas, educación en salud, actividades recreativas y de esparcimiento, relaciones interpersonales, prácticas sexuales, actividades laborales y patrones de consumo.

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2010-05-12   |   1,514 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 62 Núm.2. Marzo-Abril 2010 Pags. 181-191 Rev Invest Clin 2010; 62(2)