El internista y las manifestaciones físicas de los padecimientos mentales

Autor: Ramiro Hernández Manuel

Fragmento

Recientemente me invitaron a participar en un libro, con el tema “Manifestaciones físicas de las enfermedades mentales”, después de entregado el material y de haber sido aprobado por el Consejo Editorial de la obra, he meditado cuál puede ser la participación del internista en este problema. Desde luego, la consecuencia física de los padecimientos mentales más desastrosa es el suicidio. Si como sucede con frecuencia en edades tempranas (menores de 35 años o aún menores de 15 años) como está aconteciendo en México, la situación es aún más lamentable. Los internistas debemos estar pendientes de que cualquier sospecha de gesto o intento suicida sea, además de ser atendido adecuadamente en la fase aguda, adecuadamente canalizado para ser tratado intensivamente, en ocasiones incluso con internamiento en hospitales especiales, y con ello evitar una recaída que pueda favorecer la consumación del suicidio. De primera intención no debemos despreciar o trivializar los gestos suicidas por menores o incluso que puedan parecer de primera intención. Puede ser la posibilidad de atender oportunamente a un paciente y con ello evitar consecuencias catastróficas. Lo mismo habrá que hacer en la consulta externa ante jóvenes o niños con conductas erráticas o manifestaciones de depresión. En las pacientes con anorexia nerviosa son varias las situaciones en que la participación del internista puede resultar importante. La “realimentación” cuando se realiza en lugares especializados o cuando es coordinada por nutriólogos expertos en el tema, en general no tiene consecuencias, independientemente del éxito que pueda lograrse con la dieta; pero como estos intentos para nutrir a las pacientes se hacen, muchas veces, fuera de estos marcos pueden suceder complicaciones metabólicas como: hipofosfatemia, hipomagnesemia, hipocalcemia e incluso acidosis metabólica, el internista puede enfrentarse a estas situaciones que se presentan de forma aguda, además debe estarse alerta ante la presentación temprana de osteoporosis, de insuficiencia cardiaca por una cardiopatía propia de la anorexia, además de sangrado del tubo digestivo que puede estar ocasionado por síndrome de Mallory Weiis.

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2011-12-12   |   871 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2011 Pags. 513-514 Med Int Mex 2011; 27(6)